Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras para el que no obra de acuerdo con ellas...
martes
La chatarra del mundo queda para mí.
Nuestra vida entre la montaña y el mar no la conoceré.
A pesar del pesimismo, la incoherencia que sufre mi razón, los consejos cariñosos de sinceridad con dos caras, sé la verdad. No merezco el buen final.
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