martes

miércoles

Al escribir la vacilante verdad del suceso sale a la luz el exceso del descenso, regreso al punto de ser deshecho, y sobrepeso.

Tenso el día a día, con buena cara, manos frías. Recto vuelvo, intentando volver al punto muerto, sin hambre de ná, ni nada con gas, ni nada liado, me quedo con lo puesto: amore promesso.
Darlo todo por el Sí, por el derecho de volver a vivir en un lugar donde poder encontrarte, escucharte, quizá tocarte. Sólo muero por el deseo de no echarte. No quiero obligarte, ni interrumpir tu vida preciosa y llameante. Sólo formar parte de lo que fuiste tú, y no huir como jóvenes sin fuerzas económicas.
Sé que hay cosas más poderosas, haré que mi vida dé importancia a los imposibles deseos, y no a los impasibles futuros.

Sólo así haré lo correcto, sólo así viviré en paz.

Róbame de mi sitio, oblígame a buscarte, castígame por los errores que tuve y señala mi culpa con todo tu peso.

...

lunes


Ya no coloca.

Como si ya nada quedase.


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Yo te lo dejo como si dejara un puñado de tierra con semillas.

"...y porque nadie me conoció como una,
como una sola de tus manos,
porque nadie
supo cómo, ni cuándo
mi corazón estuvo ardiendo".

martes

La chatarra del mundo queda para mí.

Nuestra vida entre la montaña y el mar no la conoceré.
A pesar del pesimismo, la incoherencia que sufre mi razón, los consejos cariñosos de sinceridad con dos caras, sé la verdad. No merezco el buen final.

jueves

me gustaría escribir algo que leyeras
que te haga darte cuenta
de las veces que muero al día
y de las que me levanto
solo por nuestro sueño.

sábado

Tareas olvidadas.

Tendríamos que haber ido al Rincón del Poeta (¿sabes qué es?)
para dedicarnos un par de versos lentos...
Ayer soñé que a la ventana solía tocar,
que estaba ciega y muda,
y que sólo a Bob podía escuchar.

Ayer soñé que me obligaban a olvidar,
a seguir y renunciar a lo que todos
los días me hacía levantar.

Ayer soñé que elegí el camino del valor.
Que superaba todos mis errores, que no era yo.

Ayer soñé que venías para perdonarme.
Ayer soñé que volvía para quedarme...



martes

Ya me puedo ir a la mierda tranquilamente.
Será que me he vuelto una pija, porque todos mis sueños cuestan una fortuna..
  • Bueno, más o menos. No, no, no, no lo soy. 
  • Será que sueño demasiado.

¿Y qué tendrá el mundo que no me interesa?
Palabras de más, palabras que cuestan.
Un día de éstos la sinceridad acabará conmigo.
Debería cerrar las compuertas, que nadie me pregunte
dónde puedo estar. Ya no me alcanzarán.