martes

Ya me puedo ir a la mierda tranquilamente.
Será que me he vuelto una pija, porque todos mis sueños cuestan una fortuna..
  • Bueno, más o menos. No, no, no, no lo soy. 
  • Será que sueño demasiado.

¿Y qué tendrá el mundo que no me interesa?
Palabras de más, palabras que cuestan.
Un día de éstos la sinceridad acabará conmigo.
Debería cerrar las compuertas, que nadie me pregunte
dónde puedo estar. Ya no me alcanzarán.